El europeísmo como arma de oposición al franquismo (1956-1962)

Palabras clave
régimen franquista
Europa
oposición interna
Movimiento Europeo.
Resumen
La ausencia de libertad de expresión y asociación en la España franquista hizo que los primeros grupos de oposición interna tuvieran muchas dificultades para desarrollar sus actividades. Este artículo se centra en una de las formas que se encontró para sortear esta dificultad: enarbolar la bandera del europeísmo para poder mantener el contacto con la oposición del exilio, y recibir apoyo político y financiero de sus mentores europeos. Ese hueco lo había dejado libre el gobierno franquista al reconocer ya en los años 40 la dificultad de encaje de un régimen fascista en la nueva Europa, recreada sobre el respeto a los derechos fundamentales de la persona. En este sentido juega un papel fundamental el Movimiento Europeo que sirvió de paraguas protector a las actividades de su filial española, la AECE, alrededor de la cual se articularon varios de estos primeros grupos de oposición. Esta tolerancia del régimen con los opositores más moderados se quebró a partir de la reunión de Múnich (1962), que el gobierno español consideró una provocación y un intento de reconciliación con los que habían sido derrotados en la Guerra Civil. El exilio o confinamiento de sus más destacados líderes paralizó casi por completo esta incipiente oposición democrática. Habrá que esperar un lustro para que recobre su fuerza, ahora liderada por grupos de inspiración socialista o comunista.



Keywords
Franco’s regime; Europe; internal opposition; European Movement.
Abstract
The lack of freedom on political expression and association in Franco’s Spain meant that the main internal opposition parties encountered many difficulties to develop its activities. This article focus on one of the loopholes that they found to sort out such difficulty: to hoist the flag of «europeism» in order to be able of maintaining the contact with the opposition groups in exile, and to receive political and financial support by its European partners. The franquist government had left this hole after recognizing already in the forties the political impossibility for a fascist regime to fit into the new Europe, built on the basis of respect for the person’s fundamental rights. In this regard it plays a pivotal role the European Movement which was the protective umbrella of the activities of its Spanish branch, the AECE, about that most of this first opposition groups agglutinated. The government tolerance with this soft opposition groups broke since the meeting in Munich (1962), considered a provocation by the Spanish authorities and a hidden attempt to search the reconciliation with those who has lost the civil war. The exile or confinement of the most prominent leaders froze at all this incipient democratic opposition. It was necessary to wait five years to find again these groups, now led by the new parties inspired in the socialist or communist ideology.