Las divergentes vías de la conciliación liberal: el Portugal de la Regeneração y la España de la Unión Liberal (1856-1861)

Palabras clave
Portugal
España
política
siglo xix
liberalismo
historia comparada.
Resumen
La estabilidad política alcanzada por el sistema regenerador en Portugal permite considerar el proceso iniciado en 1851 como un modelo de conciliación liberal. Las nuevas reglas del juego entonces impuestas obligaron a la refundación de las fuerzas políticas —regeneradores e históricos—, adaptándose al nuevo espacio centrado en el que vino a situarse la pugna política y a reformular en él sus respectivas identidades políticas. Las iniciativas conciliadoras llevadas a cabo por la Unión Liberal en España trataron, tras la experiencia del Bienio, de adoptar la estrategia de constituir un tercer partido a costa de los partidos tradicionales, sumidos ambos en sendas crisis internas. Una iniciativa llevada a cabo en el gobierno largo de O’Donnell que no alcanzó el resultado esperado, consiguiendo moderados y progresistas desbaratar las incitaciones conciliatorias del unionismo y postularse como alternativa de poder.

Keywords
Portugal; Spain; politics; 19th century; liberalism; comparative history.
Abstract
The political stability achieved by the Regeneration system in Portugal makes it possible to consider the process initiated in 1851 as a model of liberal reconciliation. The new rules it laid down obliged the political forces to re-group (the Regenerators and the Historicals) in order to adapt to the new space in which the political battle would be played out and reformulate their respective political identities. initiatives for reconciliation taken by the Unión Liberal in Spain during O’Donnell’s long government, following the experience of the two years of progressive governments (el Bienio), tried to adopt a strategy of constituting a third party at the cost of the traditional parties, both of which were bogged down in their own internal crises. However, it did not reach its goals, as the Moderates and Progressives undermined the calls to reconciliation made by the Unionists and put themselves forward as the alternative power.