La posición de los Estados miembros ante la evolución de la Unión Europea: comprometidos con el proceso de integración, convencidos de la necesidad de reforzar los rasgos de intergubernamentalidad

Palabras clave
Unión Europea
supranacionalidad
Federalismo
intergubernamentalismo
Naturaleza jurídica de la Unión
crisis económica
identidad nacional
Igualdad soberana
Autonomía institucional
Resumen
El proceso de integración europea está atravesando una profunda «crisis existencial» que ha puesto al descubierto la diversidad de intereses existentes entre los Estados miembros de la Unión Europea y ha servido de caldo de cultivo para reforzar el papel de los Estados. Aunque la Unión sigue fundamentándose en un modelo que, en lo sustancial, preserva sus caracteres supranacionales, constitucionales y federales, existen elementos relevantes que robustecen la posición de los Estados dentro de la Unión en su papel de «señores de los tratados». Algunos de esos elementos son consecuencia directa de la crisis y de la necesidad de adoptar extra muros de los tratados constitutivos medidas excepcionales para solventar las deficiencias de diseño de la Unión Económica y Monetaria, siendo el Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza, de 2 de marzo de 2012, el más evidente. Pero, desde la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, existen también en los propios tratados constitutivos elementos que apuntalan el papel de los Estados. Tales elementos se sitúan tanto en el ámbito de los principios (identidad nacional, igualdad soberana de los Estados y autonomía institucional), como en los planos institucional (refuerzo de la esfera del Consejo Europeo y del Consejo) y competencial (insuficiente atribución de competencias a la Unión sobre fiscalidad, políticas económicas y supervisión bancaria en el marco de la Unión Económica y Monetaria).
Keywords
European Union; Supranationalism; Federalism; Intergovernmentalism; Legal nature of the EU; Economic crisis; National identity; Sovereign equality; Institutional autonomy
Abstract
The European integration process currently faces a profound «existential crisis» that has underlined the diversity of interests existing among the Member States andthe EU and which has served as the perfect storm to reinforce the role of Member States. Even though the Union is still founded on a model that substantially preserves its supranational, constitutional and federal characters, relevant elements have arisen which have contributed to strengthening the position of Member States within the Union in their role as «Masters of the Treaties». Some of these elements are direct consequence of the economic crisis and the consequent need to adopt exceptional measures outside the framework of the Treaties in order to solve the birth defaults of the Economic and Monetary Union, the most evident of those being the Treaty on Stability, Coordination and Governance of 2 March 2012. However, since the entry into force of the Treaty of Lisbon elements can be found also within the founding Treaties to support the role of the Member States. Those aspects lay both in within the realm of principles (national identity, sovereign equality of Member States and institutional autonomy), as in the institutional (strengthening of the European Council and of the Council) or competence dimensions (insufficient attribution of competences to the Union on taxation, economic policy and bank supervision within the framework of the Economic and Monetary Union).