SUMARIO

  1. NOTAS

El profesor Gianfranco Pasquino (Turín, 1942) es uno de los politólogos contemporáneos más prolíficos. Desde su primera monografía —Modernizzazione e sviluppo político (Il Mulino, 1970)—, hasta sus dos libros más recientes —Minima politica (UTET, 2020) y Italy transformed: Politics, Society and Institutions at the End of the Great Recession (Routledge, 2020), coordinado junto a Martin Bull—, su currículum recoge más de treinta obras entre monografías, libros colectivos y manuales de ciencia política. Sin contar decenas de artículos académicos, dirección de monográficos en revistas especializadas y otras publicaciones que podemos catalogar, a falta de mayor precisión, como alta divulgación en el ámbito de la politología.

Profesor emérito de Ciencia Política en la Universidad de Bolonia, y profesor de Sistemas Políticos Comparados en la sede italiana de la Johns Hopkins University, sus preocupaciones académicas pueden organizarse de manera coherente en torno a dos campos de interés. El primero, el sistema político italiano. A saber, la evolución de la clase política, la mutación del sistema de partidos, los cambios en las leyes electoral y el análisis del entorno institucional. Véase, en este punto, la importancia del Oxford Handbook of Italian Politics (OUP, 2015), coordinado por Gianfranco Pasquino junto a Erik Jones. El segundo, la ciencia política. Entendiendo aquí una preocupación genuina por la definición, la institucionalización y la profesionalización de la politología como un saber organizado, autónomo y diferenciado en el campo de las ciencias sociales.

A partir de esta clasificación, si bien no definitiva, podemos entender mejor el lugar que el libro que Pasquino dedica a Norberto Bobbio (1909-‍2004) y a Giovanni Sartori (1924-‍2017) ocupa en su trayectoria. Un libro que se define en sus primeras páginas como un ejercicio de reconocimiento hacia sus dos maestros. Como dice el propio Pasquino: «Creo poder presumir del privilegio único e irrepetible de haberme licenciado con Norberto Bobbio y especializado con Giovanni Sartori. Lo hago con gran satisfacción y gratitud»

Traducción del original de Jorge del Palacio (la introducción no va paginada).

‍[1]
. Este espíritu de reconocimiento se proyecta sobre todo el libro, donde Pasquino homenajea el pensamiento de Bobbio y Sartori como elemento vivo que «continúa acompañándome cuando leo, cuando escribo, cuando reflexiono sobre cuestiones académicas y cuando analizo los fenómenos políticos». Sin embargo, debe subrayarse que el libro de Pasquino trasciende la condición de libro de homenaje académico que agota su contenido en la celebración. Pues a partir de la anécdota de carácter biográfico, Pasquino escribe dos magníficas semblanzas de la trayectoria académica, intelectual e investigadora de Bobbio y Sartori.

Por tanto, el libro Bobbio e Sartori. Capire e cambiare la politica se inscribe de manera natural en la órbita de las publicaciones que Pasquino ha dedicado a la definición de la ciencia política como ámbito de conocimiento especializado dentro de la familia de las ciencias sociales. En particular, el libro sobre Bobbio y Sartori da continuidad a la preocupación particular que Pasquino ha mostrado a lo largo de su carrera por definir la ciencia política y su status epistemológico recuperando el legado de los grandes maestros de la disciplina. Donde encuentra origen, por tanto, la vocación de clasificar la obra de los maestros, sistematizar su pensamiento y catalogar sus aportaciones más relevantes en aras de fortalecer una identidad diferenciada para la ciencia política. Precisamente, fruto de esta preocupación por definir el stato dell’arte y por contribuir a la definición de una tradición e historia común para la disciplina vieron la luz hace una década los dos volúmenes: Masters of Political Science I (ECPR, 2009) y Masters of Political Science II (ECPR, 2011), que Pasquino edita junto a Donatella Campus. El primero dedicado a las aportaciones de Dahl, Downs, Easton, Huntington, Linz, Lipset, Morgenthau, Sartori y Verba, entre otros. El segundo centrado en el legado de Almond, Aron, Duverger, Lijphar y Rokkan, entre otros.

En este sentido, puede decirse que Pasquino ha heredado la preocupación de Bobbio y Sartori por contribuir a la maduración de la ciencia política no solo a través de una praxis de la disciplina, sino de una preocupación constante por fijar los contenidos y delimitar las fronteras de la politología. También dando continuidad a los grandes proyectos editoriales dirigidos por Bobbio y Sartori, en cuya gestación participó el propio Pasquino: el Dizionario di politica de Bobbio y Matteucci, publicado por primera vez en 1976, y la Rivista italiana di scienza politica, fundada por Sartori en 1970 —esfuerzo que en el caso del florentino venía a unirse a la publicación de la célebre Antologia di scienza politica (Il Mulino, 1970)—.

No deja de ser interesante observar que Bobbio e Sartori. Capire e cambiare la politica permite distintos niveles de lectura e interpretación. El más intuitivo, por inmediato, es el que convierte el libro en un instrumento útil para identificar y profundizar en los principales temas de investigación a los que Bobbio y Sartori dedicaron su carrera en el ámbito de la ciencia política. En este sentido, Pasquino identifica cuatro grandes áreas de interés en la trayectoria de Bobbio que permiten organizar de manera coherente la variedad temática de sus publicaciones: el papel de los intelectuales, la búsqueda de la definición de una teoría general de la política y la reflexión sobre la democracia y los derechos, que lleva a Bobbio, si bien de manera subordinada, a trabajar sobre cuestiones relativas a la teoría de la paz y la guerra en el ámbito de las relaciones internacionales. Del mismo modo, la obra de Sartori aparece organizada en torno a cuatro grandes núcleos temáticos —los trabajos sobre metodología, teoría de la democracia, partidos y sistemas de partidos e ingeniería institucional—. A partir de esta clasificación, Pasquino ofrece al lector tanto un análisis pormenorizado de las principales obras de Bobbio y Sartori como de su impacto en el desarrollo de la ciencia política.

Sin embargo, el libro de Pasquino también consiente una lectura algo más heterodoxa, pero no por ello menos interesante, pues las trayectorias de Bobbio y Sartori como maestros de la ciencia política muestran muchos aspectos divergentes, pero también una serie de convergencias de notable importancia. Ambos contribuyen a la institucionalización de la ciencia política desde disciplinas adyacentes —Bobbio desde la filosofía del derecho, Sartori desde su cátedra en sociología—; ambos adquieren la categoría de intelectuales públicos —Bobbio desde sus editoriales en La Stampa y Sartori desde el Corriere della Sera—; ambos van a enfrentarse a los mismos enemigos a la hora de defender la autonomía de la política: la cultura católica y la cultura marxista.

En este punto, el libro de Pasquino ofrece una perspectiva sobre Bobbio y Sartori de gran valor, al colocar su trabajo politológico en el contexto de la Guerra Fría. Resulta del mayor interés, en este sentido, el papel que Bobbio va a desempeñar en su polémica con la cultura comunista italiana en defensa de un socialismo de carácter liberal —al punto de la intervención del mismo Togliatti—. Una polémica que se inicia con la colección de ensayos publicados bajo el título de Politica e cultura en 1955 —que Pasquino equipara a L’Opium des intellectuels de Raymond Aron— y que perdurará hasta la caída del muro de Berlín. Del mismo modo, Pasquino invita a leer la obra de Sartori sobre la democracia —desde su primer libro Democrazia e definizioni, de 1957— en la misma clave polémica con el comunismo de la Guerra Fría. Si bien es cierto que Sartori, quien desarrolló buena parte de su carrera en EE. UU., nunca participó directamente en política como Bobbio —que llegaría a ser senador vitalicio en 1984—, su enfrentamiento con el marxismo académico desde el espacio y las formas de la universidad también contribuyó a definir su pensamiento.

Abundando en las convergencias, si Bobbio y Sartori contribuyeron a definir la personalidad de la ciencia política ad extra —deslindando su campo de conocimiento del derecho, la historia o la sociología—, también trabajaron ad intra para evitar que degenerase en un ejercicio matemático o ideológico. Dos figuras que Sartori representaba, peyorativamente, hablando del «politólogo matemático» o «politólogo mitinero». Vale la pena subrayar —más teniendo en cuanto el objeto de la revista— que tanto para Bobbio como para Sartori uno de los recursos que la ciencia política debía privilegiar para anclar su praxis a la realidad era el cuidado de los conceptos políticos. De modo que Bobbio y Sartori sobresalen por cultivar una politología que —contra las modas actuales, por desgracia— reclama una investigación rica en teoría política. Como rescata oportunamente Pasquino, Bobbio encontró en la lección de los clásicos —desde Hobbes hasta Gramsci— una vía para definir y sistematizar los conceptos al servicio de una teoría general de la política, liberándolos, así, de la manipulación a la que son sometidos por los intelectuales de obediencia partisana y los filósofos militantes. Del mismo modo, Sartori encontró en el diálogo con los clásicos el mejor apoyo para escribir sobre democracia, partidos e ingeniería institucional.

Vale recordar aquí la lección de Giovanni Sartori en el prefacio a la edición española de Elementos de teoría política. Una obra que nacía para combatir la generalización de investigaciones apoyadas en «una teoría filosófica que es toda ideas y nada hechos, y una ciencia empírica que es toda hechos y nada ideas». Unas palabras que Bobbio habría podido firmar como suyas, como Pasquino nos ayuda a entender en este magnífico libro que es mucho más que un ejercicio literario de homenaje y celebración de dos grandes maestros.

NOTAS[Subir]

[1]

Traducción del original de Jorge del Palacio (la introducción no va paginada).