RESUMEN
Los estudios sobre los procesos electorales en los antiguos Estados socialistas aún son escasos. Existe cierto consenso en torno a las funciones de estas elecciones, que distaban de ser un método de elección democrática de representantes públicos, pero desempeñaban un papel más relevante que el de mera ficción, pues servían para legitimar los regímenes socialistas y vertebraban la movilización de la población en torno a los objetivos económicos y sociales. Pero no son muchos los estudios pormenorizados sobre la evolución de estos sistemas, la concreción de sus mecanismos y el desarrollo temporal de esas funciones asumidas por la historiografía. Mediante el uso de fuentes documentales, legislativas, hemerográficas y bibliográficas, se compara el nacimiento de los sistemas electorales en la República Popular de Polonia y la República Democrática Alemana y los cambios que experimentaron en sus primeros años, en un contexto fundacional de los nuevos regímenes, en un marco de estabilidad y en una situación de crisis. Las conclusiones analizan las similitudes de los sistemas electorales bajo las distintas coyunturas, que tuvieron un factor diferenciador básico en la cronología y el diferente grado en que se encontraba la sovietización de Europa del Este.
Palabras clave: RDA; Polonia; comunismo; Europa del Este; elecciones.
ABSTRACT
Studies on electoral processes in the former socialist states are still scarce. There is a certain consensus on the functions of these elections, which were far from being a method of democratic election of public representatives, but played a more relevant role than that of mere fiction, since they served to legitimize the socialist regimes and structured the mobilization of the population around economic and social objectives. But there are not many detailed studies on the evolution of these systems, the concreteness of their mechanisms and the temporal development of these functions assumed by historiography. Using documentary, legislative, newspaper and bibliographical sources, the birth of the electoral systems in the People’s Republic of Poland and the German Democratic Republic and the changes they underwent in their first years, in a foundational context of the new regimes, in a framework of stability and in a situation of crisis, are compared. The conclusions analyse the similarities of the electoral systems under the different circumstances, which were a basic differentiating factor in the chronology and the different degree to which the Sovietization of Eastern Europe was found.
Keywords: GDR; Poland; communism; Eastern Europe; elections.
Los Estados socialistas convocaron elecciones regularmente. La crítica marxista al parlamentarismo liberal-burgués no iba contra el sufragio, sino contra su carácter clasista, por lo que el mecanismo electoral debía pasar de suponer la elección periódica de los miembros de la clase dominante que iban a aplastar al pueblo a una fórmula de organización proletaria[1]. Las ideas sobre la conformación de la dictadura del proletariado desarrolladas por Lenin se vieron afectadas por la experiencia práctica de los sóviets, base de la estructura institucional de la URSS, que en 1936 experimentaron un cambio fundamental. Hasta 1936 los sóviets fueron consejos de obreros y campesinos, de los que se excluía a los miembros de las antiguas clases dominantes, con sufragio indirecto basado en delegados para los sóviets de ámbito superior y con un claro predominio urbano. A partir de 1936, con la nueva Constitución, adquirieron cierta apariencia de Parlamentos occidentales, elegidos mediante sufragio universal directo. Paralelamente se institucionalizó el papel del Partido Comunista como verdadero representante —según la doctrina vigente— de la soberanía proletaria, de manera que los órganos popularmente electos (bajo unas reglas muy específicas que garantizaban su control partidista) ocupaban de hecho una posición secundaria en el organigrama político frente a los órganos del Partido.
Este esquema fue transferido, matizado, a los distintos Estados socialistas conformados
tras la Segunda Guerra Mundial. Los estudios de estas elecciones van proliferando,
aunque son aún escasos. Recién caído el Muro, el primer estudio que arrojó una perspectiva
global fue el coordinado por Furtak (
Las investigaciones coinciden en que estas elecciones no eran competitivas (la selección
entre varias candidaturas se anulaba mediante listas únicas y diversos medios de presión)
y tenían funciones diferentes a las de elegir un poder político en cuya composición,
realmente, no influían. Estas elecciones servían para legitimar constitucionalmente
el poder estatal y sus actos, ofreciendo una imagen democrática. También ejercían
una función integradora político-ideológica de la población (segmentada de múltiples
maneras) en el sistema, en torno al liderazgo partidista-estatal, a través de todo
el proceso previo a la votación. Eran un instrumento de educación política. Asimismo,
movilizaban los esfuerzos sociales para cumplir los planes económicos y demostraban
la capacidad organizativa del sistema. Los debates y las asambleas preelectorales
eran un espacio de comunicación bidireccional gobernantes-población y un ámbito general
de socialización política de las masas y de movilización de elementos habitualmente
pasivos. Por último, aunque no conllevaban una elección real, permitían —mediante
los procesos de nominación— promocionar y renovar los cuadros políticos estatales,
especialmente los de segunda fila Furtak (
Estos fines caracterizaban de forma general a las elecciones del mundo comunista,
pero las experiencias fueron múltiples, bajo diversas coyunturas, y la atención al
detalle permite ver diferencias en el peso o grado de concreción de unos objetivos
frente a otros según el momento y el lugar. Con enfoque comparativo, pretendemos examinar
cómo se fueron perfilando esos fines mencionados en la etapa inicial de la RDA y de
la Polonia socialista. La muestra serán las tres primeras elecciones generales celebradas
en cada uno de estos países: 1947, 1952 y 1957 en Polonia; 1950, 1954 y 1958 en la
RDA. La comparación es viable porque Polonia y la RDA compartían algunos notables
rasgos comunes (su sovietización tras la guerra, la situación de partida de devastación
por el conflicto, la conformación de sistemas socialistas con varios partidos, etc.),
pero también presentaban diferencias importantes (cabe destacar la estabilidad de
la que disfrutó la RDA tras estos convulsos primeros años y los sucesos de 1953 y
1961; en contraposición, el socialismo polaco experimentó crisis recurrentes). En
ambos Estados las elecciones fueron hitos fundamentales para la consolidación política.
Podemos calificarlas de «elecciones institucionalizadoras»
Veremos, por consiguiente, cómo se perfilaron en Polonia y la RDA los rasgos generales de las elecciones en el socialismo real, qué caracteres específicos hubo y cómo estas consultas sirvieron para institucionalizar los nuevos regímenes en un contexto fundacional, otro de normalidad y otro de crisis, dando pie a unas asambleas legalmente centro fundamental del poder político y la representación soberana de la nueva sociedad. El recurso a fuentes primarias (actas de la SED, legislación, fuentes hemerográficas) y bibliográficas (escasas) cubrirá el apartado alemán. Para el caso polaco disponemos de fuentes legales y de un buen número de trabajos historiográficos sobre varias convocatorias electorales. El conjunto nos permitirá efectuar una comparación.
Antes de comenzar la exposición, dispondremos el siguiente cuadro sintético (al que sugerimos volver durante la lectura de las conclusiones) para que el lector pueda tener una visión de conjunto desde el principio:
Tabla 1.
Comparativa de procesos electorales
Polonia (17-01-1947) | RDA (15-10-1950) | Polonia (26-10-1952) | RDA (17-10-1954) | Polonia (20-01-1957) | RDA (16-11-1958) | |
---|---|---|---|---|---|---|
Polonia (17-01-1947) | RDA (15-10-1950) | Polonia (26-10-1952) | RDA (17-10-1954) | Polonia (20-01-1957) | RDA (16-11-1958) | |
Contexto interno y externo | Comienzos de la Guerra Fría. Lucha por el poder en Polonia. | Campo socialista consolidado. División de Alemania consolidada. | Campo socialista consolidado. Poder estalinista asentado. | Campo socialista afectado por la muerte de Stalin. Crisis interna reciente (junio de 1953) antiestalinista y unificadora. | Campo socialista convulsionado por la desestalinización. Crisis interna reciente (octubre de 1956) nacionalista y antiestalinista. Reformas. | Campo socialista estabilizado. Sistema interno estabilizado tras reformas ligeras. |
Qué se elegía | 372 elegidos por distritos + 72 elegidos en candidatura nacional. | 400 + 66 observadores de Berlín. | 425 diputados elegidos por distritos. | 400 + 66 observadores de Berlín. | 459 diputados elegidos por distritos. | 400 elegidos por distritos + 66 observadores de Berlín. |
Candidaturas | De iure, posibilidad de varias listas. De facto, listas confrontadas del Blok Demokratyczny y los partidos opositores. | De iure, lista única en el preámbulo de la ley y posibilidad de varias listas o listas conjuntas en articulado. De facto, lista única del Nationale Front. | De iure, posibilidad de varias listas o de listas conjuntas. De facto, lista única del Front Narodowy. | De iure, posibilidad de varias listas o de listas conjuntas. De facto, lista única del Nationale Front con un importante componente de renovación. | De iure, posibilidad de varias listas o de listas conjuntas. De facto, lista única del Front Jedności Narodu con gran renovación y elementos independientes. | De iure, posibilidad de varias listas o de listas conjuntas (solo del Nationale Front). De facto, lista única de un Nationale Front más centralizado y con mayor importancia. |
Enfoque y Campaña | Campañas políticas confrontadas en torno al futuro sistema sociopolítico del país. | Campaña única agitativa y movilizadora del Nationale Front en torno a los éxitos de la política ya aplicada (aún no socialista) y el discurso de la paz. | Campaña única agitativa y movilizadora del Front Narodowy en torno a Bierut, los éxitos del socialismo y el discurso de la paz. | Campaña única agitativa y movilizadora del Nationale Front en torno a «la paz, la unidad y la vida feliz». Defensa del sistema vigente frente al «peligro mortal» imperialista. | Campaña única sin alusiones al pasado, centrada en las reformas y en promesas de futuro. Ambiente general crítico. Búsqueda de un nuevo compromiso con la sociedad. | Campaña única agitativa y movilizadora de esfuerzos económicos para consolidar el nuevo régimen. Discurso internacional (propuesta de tratado de paz). |
Oposición/violencia/ represión | Elevada (~100000 detenidos). | Concentrada en los «elementos reaccionarios» de los partidos burgueses. | Represión muy elevada, pero considerablemente menor que en 1947. | Menor oposición y represión que en 1954. | Críticas numerosas, pero escasa oposición abierta. Represión dirigida solo a esta. | Escasa oposición (sobre todo religiosa). Represión leve. |
Método de elección | Elección entre listas. Distribución según sistema D’Hondt. | Tantos candidatos como puestos a ocupar. Posibilidad de tachar nombres. | Candidatos a puestos a ocupar + suplentes. Posibilidad de tachar nombres. | Tantos candidatos como puestos. Posibilidad de hacer cambios en la papeleta. | 723 candidatos para 459 puestos. Elegibilidad mínima (perjudicada por el orden en la lista). | 400 candidatos + 100 suplentes. Posibilidad de tachar nombres. |
Garantías/Fraude | Garantías legales incumplidas. Fraude verificado. | Laxitud legal. No se ha documentado fraude (ni su ausencia). | Mayor concreción de las garantías (incumplidas). Denuncias no verificadas de fraude. | Garantías consignadas legalmente e incumplidas. Indicios de posible manipulación, pero sin pruebas. | Garantías mínimas recogidas e incumplidas. Sin pruebas de fraude general. | Garantías mínimas recogidas e incumplidas. Sin pruebas de fraude general. |
Resultado oficial | Participación: 89,9%. 80,1% de apoyo al Blok, con 394 escaños de 444 |
Participación: 98,53%. Apoyo a la lista única: 99,72% |
Participación: 95,03%. Apoyo a la lista única: 99,7% |
Participación: 98,51%. Apoyo a la lista única: 99,46% |
Participación: 94,14%. Apoyo a la lista única: 98,40% |
Participación: 98,90%. Apoyo a la lista única: 99,87% |
Fuente: elaboración propia.
Las elecciones de la RDA y Polonia tuvieron modelos en los que apoyarse. La experiencia soviética, donde desde 1936 se presentaba una lista única compuesta por candidatos del Partido y de las organizaciones sociales sin opciones alternativas, constituía un punto de partida, aunque era necesario tener en cuenta las peculiaridades de Polonia y la RDA y el hecho de que en ambos sitios no se proclamase inmediatamente la dictadura del proletariado, sino una etapa previa basada en un nuevo tipo de democracia antimonopolista y antiimperialista (la «democracia popular»). De ahí, por ejemplo, que pervivieran varios partidos políticos subsidiarios al marxista-leninista, igual que en Bulgaria y Checoslovaquia, y que se operase una fusión entre comunistas y socialdemócratas bajo control total de los primeros en la Sozialistische Einheitspartei Deutschlands (Partido Socialista Unificado de Alemania, SED, en 1946) y el Polska Zjednoczona Partia Robotnicza (Partido Obrero Unificado Polaco, PZPR, en 1948). También constituían un modelo los procesos de consulta celebrados previamente en ambos territorios bajo las circunstancias de la sovietización.
Los destinos de Polonia y de Alemania coparon las discusiones aliadas durante la Segunda
Guerra Mundial. Desde julio de 1944 existían dos Gobiernos polacos en el exilio, uno
integrado por políticos del antiguo régimen asentado en Londres y otro liderado por
los comunistas en Lublin. La liberación soviética de Varsovia terminó por inclinar
la situación a favor de los segundos, pese a las grandes reticencias anglonorteamericanas.
La Conferencia de Potsdam apeló a la celebración de unas elecciones libres que en
la práctica se vieron sustituidas el 30 de junio de 1946 por un referéndum con tres
cuestiones: la abolición del Senado, la reforma agraria y las nacionalizaciones (ya
en marcha), y la confirmación de las fronteras occidentales. El resultado fue el apoyo
de un número abrumador de los votantes (a su vez, un 85 % del censo electoral Íd.
En cuanto a la RDA, nació en octubre de 1949 tras fundarse la República Federal de
Alemania (RFA) en los Länder occidentales en mayo. Ambos Estados se crearon con la pretensión de representar al
conjunto de Alemania. La RDA fue el resultado de la convocatoria de una serie de «congresos
populares» impulsados por la SED con la participación de varios partidos políticos.
El Tercer Congreso se eligió en una votación popular que ensayó por vez primera el
sistema de lista única, tras verificarse en las elecciones competitivas de septiembre
de 1946 para las asambleas de los Länder que la SED tenía apoyos limitados. Este sistema otorgó a la SED, entre sus escaños
directos y los de las organizaciones de masas que hegemonizaba, unos dos tercios de
los representantes
Estas experiencias sirvieron para modelar los sistemas electorales de la Polonia bajo
control comunista y la naciente RDA. Veamos primeramente el caso polaco. Tras el referéndum
de 1946, el Krajowa Rada Narodowa (Consejo Nacional, un pseudoparlamento constituido
el 31 de diciembre de 1943) aprobó la ley electoral por la que se regiría la votación
de 1947. La norma contemplaba el sufragio universal a partir de los veintiún años
(excepto para personas vinculadas con la ocupación nazi y las «organizaciones fascistas»)
y disponía la creación de un Sejm (Dieta) unicameral con 444 diputados, elegidos mediante
un sistema mixto: 72 desde listas estatales y 372 desde listas de distrito (en un
total de 52 distritos electorales). Específicamente se contemplaba la multiplicidad
de listas electorales, ya que para presentar una candidatura en una circunscripción
bastaba con el aval de al menos cien electores (las comisiones electorales de circunscripción
verificarían que las listas cumplían la ley). Para las candidaturas estatales el método
era similar, aunque se requería el apoyo de al menos 500 votantes de dos distritos
electorales (250 por distrito). Una serie de disposiciones garantizaban el secreto
y la limpieza de las votaciones (revisión y sellado de urnas, sobres opacos… no se
mencionaban las cabinas electorales). Podrían asistir al recuento representantes de
las candidaturas. La ley detallaba extensamente las circunstancias en la cuales una
papeleta no sería válida.
Mediante un sistema D’Hondt se distribuirían los escaños correspondientes a los distritos
en el Sejm y se trasladaría este resultado de forma indirecta a la lista estatal siempre
que hubiera vinculación entre esta y al menos seis de distrito. Además, se recogían
mecanismos de impugnación judicial de los resultados «USTAWA z dnia 22 września 1946 r. Ordynacja wyborcza do Sejmu Ustawodawczego», Dziennik Ustaw, 22-09-1946.
Esta ley era ampliamente homologable a las de las democracias liberales; de hecho,
se basaba en una norma polaca de 1922, lo que reforzaba su legitimidad Porter-Szücs (
El Polska Partia Robotnicza (Partido de los Trabajadores Polaco, PPR; nombre del partido
comunista antes de fusionarse en 1948 con los socialdemócratas en el PZPR) se alzó
con el control del país tras estas elecciones combinando mecanismos de persuasión,
represión y manipulación. Acudió coaligado en el llamado Blok Demokratyczny (Bloque
Democrático) con el Polska Partia Socjalistyczna (Partido Socialista Polaco, PPS),
el Stronnictwo Ludowe (Partido Popular, SL) y el Stronnictwo Demokratyczne (Partido
Demócrata, SD). Por la oposición el partido más importante era el Polskie Stronnictwo
Ludowe (Partido Popular Polaco, PSL), anticomunista y agrarista. La propaganda del
Blok trató de vincular la tradición polaca con la liberación de los nazis y los retos
futuros. El Blok (más que el PPR, en un aparente segundo plano) planteó las elecciones
como una batalla por el alma de la nación y por la consolidación, por primera vez
en siglos, de un sistema democrático en el país, además de la independencia, el desarrollo
y la paz Ibid.: 96.
Las primeras elecciones generales de la RDA, el 15 de octubre de 1950, se desenvolvieron en circunstancias diferentes. Ya hacía un año que la RDA se había fundado y Europa del Este estaba plenamente sovietizada. La división de Alemania, aunque foco de tensiones internacionales, propiciaba la calma interna en los dos Estados, pues no era difícil desplazarse de uno a otro si se estaba disconforme con la política gubernamental. Por otro lado, la experiencia del Tercer Congreso Popular y de las elecciones celebradas previamente en varias de las democracias populares favoreció que desde el inicio hubiese un sistema de lista única. Fue este asunto, precisamente, el que motivó una mayor conflictividad y represión en torno a las elecciones. La SED, al igual que en Polonia, encabezaba un Demokratischer Block (Bloque Democrático) al que se sumaban la Christlich-Demokratische Union Deutschlands (Unión Demócrata Cristiana de Alemania, CDU), la Liberal-Demokratische Partei (Partido Liberal Demócrata, LDP), la Demokratische Bauernpartei Deutschlands (Partido Democrático Campesino, DBD) y la National-Demokratische Partei (Partido Nacional Demócrata, NDP). Los dos últimos fueron creados en 1948 a instancias de la SED para reunir al campesinado y a elementos nacionalistas y pequeñoburgueses en torno a su política, pero la CDU y la LDP conservaban un acusado perfil propio. En enero de 1950, el Block y varias organizaciones de masas fundaron el Nationale Front der des demokratischen Deutschland (Frente Nacional de la Alemania Democrática). La alianza parecía sólida. Los cinco partidos integraban la Volkskammer provisional y el Ejecutivo, pero había discrepancias importantes en torno a varias actuaciones políticas que afloraron con fuerza al confeccionarse la nueva ley electoral.
El artículo 51 de la Constitución —a medio camino entre los espíritus occidental y
soviético, enfocada a una república democrática de toda Alemania— describía un sistema
electoral basado en el sufragio universal, igual, directo, secreto y proporcional
para elegir una Volkskammer con 400 diputados (también existía una Länderkammer a
modo de cámara federal con menores competencias elegida por los parlamentos de los
estados, pero desapareció posteriormente con la centralización de la estructura administrativa
y la supresión de los Länder) «Verfassung der Deutschen Demokratischen Republik vom 7. Oktober 1949». Disponible
en: https://bit.ly/3zvWBQI (consultado: 10-08-2020).
La distribución final de los puestos en la lista llegó en julio: un 25 % para la SED,
un 15 % para la CDU, otro 15 % para la LDP, un 7,5 % para la DBD, otro 7,5 % para
el NDP y el resto para las organizaciones sociales (lo que garantizaba la mayoría
absoluta a la hegemónica SED) «Protokoll über die Siztung des Hauptvorstandes am Mittwoch, dem 26. Juli 1950, 10
Uhr, Unionshaus, Berlin W.8., Jägerstr. 59/60», 26-07-1950, Archiv für Christlich-Demokratische
Politik (ACDP) 07-011: 0484.
La ley electoral —que también regulaba los comicios en los Länder, los distritos y los ayuntamientos— fue aprobada por la Volkskammer unanimemente el
9 de agosto, tras un discurso del ministro Steinhoff que recalcaba cómo la lista única
expresaría la «unidad de las fuerzas democráticas» «Wahl- und Handwerksgesetz verabschiedet», Neue Zeit, 10-08-1950.
«Gesetz über die Wahlen zur Volkskammer, zu den Landtagen, Kreistagen und Gemeindevertretungen
in der Deutschen Demokratischen Republik am 15. Oktober 1950 vom 9. August 1950».
Disponible en https://bit.ly/3ZIIIco (consultado: 13-08-2020).
La ley mandataba al ministro del Interior promulgar unas disposiciones para su aplicación,
que sí recogieron la necesidad de instalar cabinas o salas separadas en los locales
electorales «Durchführungsbestimmungen vom Gesetz über die Wahlen zur Volkskammer, zu den Landtagen,
Kreistagen und Gemeindevertretungen in der Deutschen Demokratischen Republik am 15-10-1950»,
Bundesarchiv (BArch) DC 20 I 3/25.
«Arbeitsplan für die Vorbereitung der Wahlen am 15. Oktober 1950 auf Grund des Beschlusses
des Politbüros vom 14.2. und der Konkretisierung durch das Sekretariat am 17.2.»,
21-02-1950, Stiftung Archiv der Parteien und Massenorganisationen der DDR im Bundesarchiv
(SAPMO) DY 30/IV 2/2/73.
Los periódicos de la época muestran la importancia conferida a esta campaña, acrecentada
conforme llegaban las elecciones. El programa del Nationale Front llamó al voto «por
la paz, para que nunca más una madre pueda llorar a su hijo y se construya una vida
en paz, felicidad y prosperidad» «Mehr und bessere Waren für die Versorgung der Bevölkerung», Neues Deutschland, 12-10-1950.
«Abschlussbericht über die Wahl am 15. Oktober 1950» en: Weber y Florath (2019: 85-94)
y «Abschlussbericht über die Volkswahl» (ibid..: 95-101).
En las elecciones polacas del 26 de octubre de 1952 las circunstancias eran muy diferentes.
El socialismo estaba implantado bajo la férrea batuta de Bolesław Bierut y se habían
eliminado los principales factores de riesgo para el nuevo poder. En diciembre de
1948 los comunistas y los socialdemócratas habían fundado el PZPR, que asumió el marxismo-leninismo
y monopolizó de facto el poder político. Bajo la represión cayeron los partidos opositores y las facciones
del comunismo críticas con el rumbo estalinista, en una serie de aparatosos procesos.
Junto al PZPR y las organizaciones de masas hegemonizadas por los comunistas se mantuvieron
en el llamado Front Narodowy (Frente Nacional) el SD y el Zjednoczone Stronnictwo
Ludowe (Partido Popular Unido, ZSL), fruto de la unión entre el SL y los restos del
PSL. La colectivización agrícola estaba en marcha y la industria, nacionalizada, estaba
planificada. Los valores del nuevo régimen quedaron plasmados en la Constitución del
22 de julio de 1952, que establecía unas «elecciones generales, iguales, directas
y secretas» (se omitía la proporcionalidad) para el Sejm, teórico espacio de ejercicio
del poder estatal por parte de los trabajadores. Los diputados serían elegidos por
distritos electorales (uno por cada 60 000 habitantes) «Konstytucja Polskiej Rzeczypospolitej Ludowej uchwalona przez Sejm Ustawodawczy
w dniu 22 lipca 1952 r», Dziennik Ustaw, 22-07-1952.
Inmediatamente después se promulgó la nueva ley electoral, que plasmaba un sistema
a medio camino entre el derecho liberal y la práctica típica de los Estados socialistas.
La edad para votar bajaba a los dieciocho años y solo quedaban excluidos los enfermos
mentales y aquellos privados del voto por decisión judicial firme. Conforme a la estructura
consignada constitucionalmente, las listas se presentarían exclusivamente en los distritos.
El texto no disponía la lista única y otorgaba a las organizaciones políticas, profesionales,
cooperativas y sociales la potestad de nominar candidatos «de forma independiente
o conjunta», siempre celebrando asambleas de trabajadores, vecinos, etc. Los candidatos
en una lista no podrían exceder los puestos a cubrir, lo que eliminaba toda posibilidad
de seleccionar candidatos en caso de lista única. Podría haber, sin embargo, suplentes
y el votante podría suprimir candidatos o suplentes de la lista que eligiera apoyar.
Quedarían elegidos los que obtuvieran más de un 50 % de votos válidos y entrarían,
por orden de colocación, los suplentes con más de un 50 % de apoyos en caso de descartarse
alguno de los candidatos titulares. En caso de votar menos de un 50 % de los censados
o de no cubrirse todos los puestos, se celebrarían nuevas elecciones de circunscripción
en las próximas dos semanas. Se garantizaba el sellado de la urna y la utilización
de cabinas, pero no se detallaba qué votos se considerarían nulos ni se mencionaba
(tampoco se
prohibía) un recuento público o la presencia de interventores. Tampoco se consignaban
medios de reclamación, aunque el Sejm podría anular los comicios en las circunscripciones
en las que se verificasen irregularidades «USTAWA z dnia 1 sierpnia 1952 r. Ordynacja wyborcza do Sejmu Polskiej Rzeczypospolitej
Ludowej», Dziennik Ustaw, 01-08-1952.
«UCHWAŁA RADY PAŃSTWA z dnia 25 sierpnia 1952 r. w przedmiocie ustalenia podziału
obszaru Państwa na okręgi wyborcze, liczby posłów, jaka ma być wybrana z każdego okręgu,
oraz siedzib okręgowych komisji wyborczych», Monitor Polski, 25-08-1952.
La fuerte represión de la oposición imposibilitó la presentación de una lista alternativa
a la del Front Narodowy. De facto, las elecciones de 1952 revistieron los rasgos habituales de los comicios en el socialismo
real, con lista única, una fuerte campaña agitadora y movilizadora, y una supervisión
de todo el proceso por parte de la policía secreta, que había registrado con anterioridad
a la campaña unos cinco millones de «elementos hostiles». La campaña se planteaba
como una lucha de clases en la que el enemigo debía ser dividido y dominado Ibid.: 144-145.
En paralelo a estas actuaciones, el Front Narodowy desarrolló su campaña política.
Con amplias resonancias estalinistas, la campaña estuvo dominada por el culto a Bierut,
secretario general del PZPR, presentado como «el primer y principal candidato de la
nación» y emparejado con Stalin Ibid.: 454-455.
En realidad, pese a las actuaciones policiales, hubo numerosos actos opositores que
discurrieron entre la difusión pacífica de propaganda anticomunista hasta ejercicios
de sabotaje y violencia contra las sedes electorales. Había un fuerte componente antisoviético.
El día de las elecciones, no obstante la campaña movilizadora llevada a cabo por militantes
comunistas para animar el voto, hubo algunos actos de protesta y abstencionismo. Las
autoridades trataron de desincentivar el voto en cabina, que fue un ejercicio arriesgado
para aquellos que querían votar en contra o tachar nombres de candidatos Ibid.: 478.
Íd.
Los comicios de 1957 discurrieron en circunstancias muy distintas. 1956 había sido
un año muy convulso para el movimiento comunista, tras el discurso de Kruschov condenando
el culto a la personalidad de Stalin, cuyos ecos llegaron a las democracias populares.
Donde más estruendo hubo fue en Hungría, con una amplia rebelión aplastada por los
tanques soviéticos. En Polonia, Bierut murió el 12 de marzo. Se inició una reflexión
sobre el estalinismo en el PZPR y la sociedad, y estallaron protestas y levantamientos
obreros en Poznan y otras ciudades. Las iniciales demandas salariales dieron paso
a exigencias políticas: contra la «burguesía roja», mejores condiciones de vida o
elecciones libres
La ley electoral aprobada en octubre (la muestra más aperturista de la época «USTAWA z dnia 24 października 1956 r. Ordynacja wyborcza do Sejmu Polskiej Rzeczypospolitej
Ludowej», Dziennik Ustaw, 24-10-1956.
El espíritu reformista que enarbolaba Gomułka se manifestó en la campaña y la confección
de las listas (nuevamente únicas), así como sus límites evidentes. Durante el periodo
preelectoral no se toleraron actividades abiertamente opositoras, pero sí hubo un
clima de discusión más abierto que anteriormente tras admitirse que los votantes no
habían hablado por miedo
El enfoque de la campaña fue también diferente. Esta vez no se esgrimían con demasiada
fuerza los éxitos pasados (algunos de los cuales estaban desmantelándose), sino que se prometían cambios,
un nuevo comienzo, y se anunciaban logros futuros. Estas elecciones eran «un intento
de contrato con la sociedad» Ibid.: 305.
En la RDA estalló una crisis antes que en Polonia, cuando el 17 de junio de 1953 en Berlín y otras ciudades se generalizó un levantamiento tras un aumento en las exigencias laborales, en el que subyacían causas sociales, económicas y nacionales más profundas. El dominio de la SED peligró y su legitimidad quedó muy cuestionada cuando las tropas soviéticas aplastaron las protestas. Tras la crisis, la SED —que en 1952 había acordado iniciar la construcción del socialismo— rectificó parcialmente su política económica para hacerla más popular e impulsó un proceso de renovación de cuadros y refuerzo de un control aún endeble sobre el Estado. Las elecciones del 17 de octubre de 1954 sirvieron a los fines propagandísticos, de legitimación y de consolidación de la SED.
El planteamiento fue similar al de los comicios anteriores. En junio el Politburó
aprobó un plan presentado por el primer secretario del Partido, Walter Ulbricht, para
impulsar la economía, cumplir los objetivos del reciente congreso de la SED y preparar
el país para las elecciones «Anlage Nr. 1 zum Protokoll Nr. 10/54 vom 15. Juni 1954», 15-06-1954, SAPMO DY 30/J
IV 2/2/366.
«Anlage Nr. 2. Z. Protokoll Nr. 14/54 v 2.7.1954. Beschluss des Politbüros über die
Wahlen zur Volkskammer am 17. Oktober 1954», SAPMO DY 30/J IV 2/2/370.
La ley electoral de agosto mantenía los principios previos: idénticos diputados y
representación de Berlín, iguales fundamentos básicos… Desaparecía la mención a la
candidatura única. Podrían presentar candidaturas las mismas entidades que en la ley
anterior con el «derecho» a hacerlo conjuntamente. Se disponía la obligación de los
candidatos «a presentarse a los electores, informar sobre su actividad social previa,
su labor futura en la Volkskammer y el desempeño de las funciones» que les incumbían,
pudiendo ser rechazados por los electores. Quedaba así legislado el sistema de asambleas,
aunque sin concretar su funcionamiento. Se excluía del voto a los incapacitados por
enfermedad mental, quienes perdieran el derecho por decisión judicial, los presos
(preventivos o firmes), los detenidos y «cualquier persona que no tenga derechos civiles».
Para la votación se contemplaban medidas de seguridad como el sellado de la urna,
la presencia de cabinas o el recuento público, y se posibilitaba a los electores (pensando
en una lista única) el tachado de nombres, aunque ello no garantizaba elegibilidad,
pues no se contemplaba que las candidaturas tuvieran más nombres que puestos a ocupar.
Los escaños se asignarían según la posición en la lista y no parecía contarse con
que nadie fuera a ser rechazado, porque no se mencionaba un porcentaje de votos mínimo
para ser elegido «Gesetz über die Wahlen zur Volkskammer der Deutschen Demokratischen Republik vom
4. August 1954». Disponible en: https://bit.ly/3MlHYXN (consultado: 10-09-2020).
La posibilidad de varias listas no estaba en la agenda de la SED, como tampoco la
ausencia de una mayoría cualificada (entre candidatos oficiales y de las organizaciones
sociales) en la lista única «Protokoll Nr. 21/54 der Sitzung des Politbüros des Zentralkomitees am 17. August
1954 im Zentralhaus der Einheit, Großer Sitzungssaal», 17-08-1954, SAPMO DY 30/J
IV 2/2/377.
«Anlage Nr. 3 zum Protokoll Nr. 24/54 vom 7. September 1954. Empfehlung für die Vertreter
der SED in der Nationalen Front des demokratischen Deutschland», 07-09-1954, SAPMO
DY 30/J IV 2/2/380.
Bajo estos parámetros discurrió la campaña, simultáneamente a la adopción —como anteriormente—
de medidas para mejorar la vida cotidiana y de incesantes llamamientos mediáticos
al refuerzo de la productividad. La votación registró finalmente un 98,51 % de participación,
con un 99,46 % de apoyos al Nationale Front
Avanzada la década, el sistema electoral funcionaba sin demasiados problemas «Anlage Nr. 22 z. Prot. 31 vom 29.7.58. Direktive zur Vorbereitung der Wahlen zur
Volkskammer und zu den Bezirkstagen», 29-07-1958, SAPMO DY 30/J IV 2/2/603.
La preparación de la lista se abordó conforme a las novedades de la nueva ley electoral.
El Nationale Front pasaba a ser formalmente el único marco de reunión para partidos
y organizaciones con opción a representación parlamentaria, aunque las listas conjuntas
(ahora se articulaban veinticuatro distritos electorales, en cada uno de los cuales
se elegía un número de diputados) seguían considerándose un «derecho». A las cifras
habituales de diputados y representantes de Berlín se añadían «al menos» cien suplentes:
una cuarta parte de cada papeleta, identificados aparte de los candidatos principales.
Al votar, los electores podrían hacer cambios en la papeleta; existía así una mínima
posibilidad de selección tachando candidatos. Permanecía, sin embargo, un sesgo por
orden en la lista y nuevamente no se explicitaban los votos necesarios para la elección,
lo que evidencia que no se contaba con que algún candidato principal fuera rechazado.
La verdadera novedad, en definitiva, era que podrían sustituirse diputados electos
por sus suplentes a mitad de mandato. Para preparar la lista continuaba el sistema
de asambleas públicas, con el derecho de los votantes «a proponer» eliminar candidatos
(no se especificaba cómo se resolvería dicha eliminación), caso en el que el Consejo
Nacional del Nationale Front (no los partidos u organizaciones, como en la norma anterior)
nombraría uno nuevo. Las exclusiones de voto y las garantías seguían igual. Solamente
el Consejo Nacional del
Nationale Front podría ahora reclamar la validez de las elecciones «Gesetz über die Wahlen zur Volkskammer der Deutschen Demokratischen Republik am
16. November 1958 vom 24. September 1958». Disponible en: https://bit.ly/3KesXo7 (consultado: 11-09-2020).
Se aspiraba con la elección por distritos a «que los miembros de los órganos representativos
del pueblo estén más vinculados a la población», pues permitiría a los diputados un
mejor trabajo de masas y a los electores controlar mejor su actividad «Anlage Nr. 4 zum Protokoll Nr. 32/58 vom 5. August 1958. Anlage 1. Wahl der Mitglieder
der Volkskammer in Wahlkreisen», 05-08-1958, SAPMO DY 30/J IV 2/2/604.
«Beschluß über die Aufgaben der zentralen Organe der staatlichen Verwaltung zur Unterstützung
der Vorbereitung und Durchführung der Wahlen zur Volkskammer und den Bezirkstagen»,
BArch DC I 3/290.
«Protokoll der 49. Sitzung des Ministerrates vom 22. September 1958», 22-09-1958,
BArch DC I 3/290.
«Wahlaufruf der Nationalen Front des demokratischen Deutschland», Neues Deutschland, 23-09-1958.
Por ejemplo: «Zu Ehren der Wahl: Mehr Massenbedarfsgüter», Berliner Zeitung, 24-09-1958.
«Anlage Nr. 6 zum Prot.41/58 v. 30.9.58», 30-09-1958, SAPMO DY 30/J IV 2/2/613.
La campaña discurrió según los parámetros habituales: asambleas, debates sobre los
candidatos y las propuestas (exclusivamente) del Nationale Front… A finales de septiembre
se ordenó vincular la campaña con una propuesta de tratado de paz no respondida del
Gobierno de la RDA a Bonn «Anlage Nr. 1 zum Protokoll Nr. 41/58 vom 30. September 1958. Weiterführung der Wahlbewegung
für die Volkskammer und zu den Bezirkstagen», 30-09-1958, SAPMO DY 30/J IV 2/2/613.
«Abschrift. Anlage Nr. 3 zum Protokoll Nr. 45 vom 11. 11. 1958», 11-11-1958, SAPMO
DY 30/J IV 2/2/617.
«Wahlergebnisse vom 16. November 1958 – inoffiziell», 16-11-1958, en Weber y Florath
(2019: 255-297).
Puede distinguirse entre las primeras elecciones convocadas por los nuevos regímenes, que legitimaban la nueva institucionalidad, y las posteriores, que la ratificaban. Los comicios fundacionales de ambos sistemas presentaban rasgos comunes, fruto de su carácter específico, e importantes diferencias motivadas por los diferentes contextos interno y externo. Los tres años de diferencia fueron claves, ya que en 1947 apenas se estaban asentando las democracias populares, pero en 1950 eran una realidad. En ambos casos hubo una fuerte oposición y una dura represión para asegurar un resultado favorable, pero las diferencias son obvias. Las elecciones en Polonia fueron competitivas y la represión buscó asegurar que los partidos anticomunistas no tuvieran posibilidades de obtener una representación peligrosa para la instauración del nuevo régimen. En la RDA, en cambio, el poder de la SED ya estaba relativamente implantado antes de los comicios. El hecho de que hubiera otra Alemania a la que poder emigrar relativizó la oposición interna, que no era tan contraria a las políticas impulsadas hasta entonces por la SED como a su dominio irrestricto. Algunos sectores de los partidos burgueses se opusieron firmemente a la ley electoral de 1950, lo que conllevó su represión inmediata y la aprobación unánime de la misma con el apoyo de otros sectores de esos mismos partidos. El volumen de la represión en Polonia y la RDA no es comparable, como tampoco el clima en el que se desenvolvieron las elecciones —fuertemente conflictivo en Polonia, resignado en la RDA— ni las asambleas nacidas de las mismas. En Polonia siguió existiendo un tiempo una pequeña oposición parlamentaria, mientras que en la RDA se instauró la unanimidad como norma.
La diferencia de contextos también explica que en Polonia hubiera campañas electorales confrontadas mientras que en la RDA se ensayó por primera vez la campaña típica del socialismo real, movilizadora de esfuerzos colectivos para cumplir los objetivos del Partido, con mejoras en las condiciones de vida y como un gran acto de discusión colectiva y permanente de un único programa, sin opciones alternativas. Este tipo de campaña estuvo presente en el resto de convocatorias analizadas, con los matices propios de las circunstancias. Atendiendo al eje temporal, vemos algunos rasgos comunes en las elecciones de 1952 y 1954, por un lado, y las de 1957 y 1958, por el otro. En 1952 y 1954 la represión —aunque menor que en los primeros comicios— fue más elevada que en las elecciones posteriores, debido al menor tiempo que llevaban implantados los regímenes socialistas y las importantes resistencias que todavía acarreaban (nuevamente, mayores en Polonia). El discurso político del PZPR y la SED todavía tenía poco pasado que enarbolar, aunque ya había algunos logros que reivindicar y numerosos planes cuyo estímulo en la campaña era necesario para alcanzar los nuevos objetivos económicos. Los sistemas electorales estaban todavía parcialmente desarrollados. Las elecciones de 1957 y 1958 tuvieron unos sistemas de votación más consolidados, con elementos llamados a permanecer (como la división en circunscripciones o la presencia en la lista de mayores opciones de selección). La represión fue moderada en ambos casos y ya había logros pasados que defender.
Pero también tenemos un eje político. Las elecciones polacas de 1952 y las germano-orientales de 1958 transcurrieron en un contexto de normalidad, mientras que las de 1954 y 1957 fueron posteriores a serias crisis políticas, lo que afectó a su desarrollo. El enfoque dado a los comicios convocados tras las convulsiones muestra una intención de reunir a la población nuevamente alrededor de unos regímenes aparentemente consolidados, pero altamente cuestionados. Los discursos estuvieron muy centrados en el futuro y las listas evidenciaron una fuerte voluntad renovadora del personal político intermedio, identificado con prácticas en desuso tras la muerte de Stalin. Sin embargo, había condicionantes que marcaban experiencias diferentes. La crisis de 1953 no conllevó un reemplazo de la dirección central de la SED ni de su líder, Ulbricht. Aún no se había iniciado en la URSS la desestalinización y solamente se cuestionó la dureza de algunas políticas aplicadas. El discurso de 1954, entonces, fue continuista: enarbolaba los aún escasos logros del Gobierno y proponía, con un fuerte componente internacional, una línea parcialmente reformista, con muchas promesas de mejoras en el nivel de vida. En cambio, el PZPR en 1958 estaba en otra situación. La dirección anterior fue destronada y Gomułka, preso bajo Bierut, ofrecía un horizonte de ruptura con el estalinismo y de múltiples reformas. En el discurso político de 1958 no se destacaron los éxitos del pasado, sino lo que Polonia debería ser bajo un socialismo renovado. La salida polaca de la crisis marcó un cambio de rumbo mucho más acusado que el germano-oriental. Se asumió la necesidad de implantar algunas reformas sin cuestionar los grandes rasgos del camino recorrido. En la campaña polaca hubo un debate mucho más abierto que en la RDA, que repitió buena parte del patrón marcado en 1950.
Las elecciones de 1952 (Polonia) y 1958 (RDA), en cambio, se dieron bajo una aparente normalidad. Tenían el carácter rutinario comúnmente achacado a las votaciones del bloque socialista; más un ritual político de unidad alrededor del régimen que un proceso selectivo. Las campañas tuvieron en ambos casos un importante carácter movilizador por el cumplimiento de los objetivos económicos. Se reivindicaron los éxitos de la política emprendida, con bastante más contestación y represión en el caso polaco que en el germano-oriental (pues la RDA ya había logrado una aceptación social amplia, bajo el signo de las políticas reformistas, y la oposición estaba desarticulada, cosa que no ocurría en la Polonia estalinista de 1952).
Todas y cada una de las convocatorias tuvieron oficialmente una gran participación y un gran apoyo para las listas únicas. El menor grado de participación y apoyo (aun así, importante) se dio en 1947, bajo las circunstancias especiales reseñadas. El fraude está documentado en pocos casos, aunque es inevitable sospechar ante los elevadísimos resultados. Había una obvia voluntad de mostrar en todo momento un altísimo apoyo al sistema, lo que refuerza la idea de estas elecciones como «institucionalizadoras» o «plebiscitarias». Esta función legitimadora parece el principal rasgo en común de todas las convocatorias analizadas, aunque el resto de objetivos señalados en la introducción también estuvieron presentes en mayor o menor grado, según las circunstancias. Los sistemas electorales socialistas no atendieron a todos los fines que se les atribuye en todos los momentos, sino que experimentaron un desarrollo parejo al de los correspondientes regímenes en el que primaron unos elementos por encima de otros según fuera necesario, y que nos habla mucho de cómo se autopercibían los Gobiernos comunistas y qué grado de apoyo consideraban que tenían o necesitaban. Fue la consolidación del socialismo a lo largo de los cincuenta lo que permitió que se asentase un modelo electoral único en el que cada cita repetía los ejes por los que había discurrido la anterior, como un acto político más del sistema. Aun así, merecería la pena continuar comparando los comicios de una RDA notablemente estable frente a una República Popular de Polonia sometida a frecuentes crisis, así como comparar estas experiencias con las de otros países socialistas y analizar más detalladamente algunos de los aspectos que hemos tratado superficialmente.
Bauer, T. (2003). Blockpartei und Agrarrevolution von oben. Die Demokratische Bauernpartei Deutschlands 1948-1963. München: R. Oldenbourg Verlag. Disponible en: https://doi.org/10.1524/9783486594546. |
|
Behrends, J. C. (2013). The Stalinist volonté générale: Legitimizing communist statehood (1935-1952): A comparative perspective on the USSR, Poland, Czechoslovakia, and Germany. East Central Europe, 40 (1-2), 37-73. Disponible en: https://doi.org/10.1163/ 18763308-04001002. |
|
Cozma, I. M. (2009). Forme ale propagandei comuniste în campaniile electorale din anii 1946-1948. Studiu de caz: județul Cluj. Analele Universităţii Dunărea de Jos din Galaţi. Seria Istorie, 8, 151-166. Disponible en: https://bit.ly/3MjNGcK. |
|
Domper Lasús, C. (2014). La otra cara de las urnas. Elecciones, dictaduras y Guerra Fría en Europa: propuesta para un marco conceptual. Rúbrica Contemporánea, 3 (5), 45-69. Disponible en: https://doi.org/10.5565/rev/rubrica.56. |
|
Flores Juberías, C. (1992). Modelos de transición y sistemas electorales en la Europa del Este. Revista de Estudios Políticos, 77, 169-217. Disponible en: https://bit.ly/3KzLwVe. |
|
Flores Juberías, C. (1995). Los procesos electorales en los regímenes socialistas: funcionalidad, caracteres y evolución de una ficción constitucional. Cuadernos Constitucionales de la Cátedra Fadrique Furió Ceriol, 9-10, 47-86. |
|
Furtak, R. K. (ed.) (1990a). Elections in Socialist States. Hemel Hempstead: Harvester Wheatsheaf. |
|
Furtak, R. K. (1990b). The fundamentals, characteristics and trends of elections in socialist states. En R. K. Furtak (ed.). Elections in Socialist States (pp. 4-19). Hemel Hempstead: Harvester Wheatsheaf. |
|
Getty, J. A. (1991). State and Society Under Stalin: Constitutions and Elections in the 1930s. Slavic Review, 50 (1), 18-35. Disponible en: https://doi.org/10.2307/2500596. |
|
Jessen, R. y Richter, H. (eds.) (2011). Voting for Hitler and Stalin. Elections Under 20th Century Dictatorships. Frankfurt am Main; New York: Campus Verlag. |
|
Kemp-Welch, A. (2008). Poland under Communism. A Cold War History [e-book]. New York: Cambridge University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1017/CBO978 0511619779. |
|
Kleinert, H. (2019). Das geteilte Deutschland. Die Geschichte 1945-1990 [e-book]. Wiesbaden: Springer. Disponible en: https://doi.org/10.1007/978-3-658-21740-2. |
|
Kloth, H. M. (2000). Vom «Zettelfalten» zum freien Wählen. Die Demokratisierung der DDR 1989/90 und die «Wahlfrage». Berlin: Christoph Links Verlag. |
|
Langenohl, A. (2019). Voting in the Horizon of Contradictory Truths: A Praxeological View on General Elections in State-Socialist Contexts. Stan Rzeczy, 17, 79-98. Disponible en: https://doi.org/10.51196/srz.17.4. |
|
Ligarski, S. (2014). O fałszerstwach wyborczych w Polskiej Rzeczypospolitej Ludowej – głos w dyskusji. En S. Ligarski y M. Siedziako (eds.). Wybory i referenda w PRL (pp. 45-65). Szczecin: Instytut Pamięci Narodowej. |
|
Ligarski, S. y Siedziako, M. (eds.) (2014). Wybory i referenda w PRL. Szczecin: Instytut Pamięci Narodowej. |
|
Mărgărit, R. (2012). A Day of Great Enthusiasm for the People. Elections under the Communist Regime in Romania. Annals of the Ovidius University of Constanta - Political Science Series, 1, 77-89. |
|
Marx, K. (2007). La guerra civil en Francia. Madrid: Fundación Federico Engels. |
|
Mazur, M. (2014). Strategie perswazyjne w wyborach do Sejmu w latach 1947, 1952, 1957. Model porównawczy. En S. Ligarski y M. Siedziako (eds.). Wybory i referenda w PRL (pp. 489-507). Szczecin: Instytut Pamięci Narodowej. |
|
Neubert, E. (2000). Geschichte der Opposition in der DDR 1949-1989. Bonn: Bundeszentrale für politische Bildung. |
|
Olejniczak, J. (2014). Wybory do Sejmu i rad narodowych w okresie rządów Władysława Gomułki. En S. Ligarski y M. Siedziako (eds.). Wybory i referenda w PRL (pp. 151-167). Szczecin: Instytut Pamięci Narodowej. |
|
Paszkiewicz, L. B (2008). PSL w walce o kształt powojennej Polski. Wybory do Sejmu Ustawodawczego z 19 stycznia 1947 roku. Wrocławskie Studia Politologiczne, 9, 87-108. Disponible en: https://bit.ly/3Kb4LTx. |
|
Porter-Szücs, B. (2014). Poland in the Modern World: Beyond Martyrdom. Malden; Oxford; Chichester: Wiley Blackwell. |
|
Prazmowska, A. (2004). Civil War in Poland, 1942-1948. Great Britain: Palgrave Macmillan. Disponible en: https://doi.org/10.1057/9780230504882. |
|
Richter, H. (2011). Mass Obedience: Practices and Functions of Elections in the German Democratic Republic. En R. Jessen y H. Richter (eds.). Voting for Hitler and Stalin. Elections Under 20th Century Dictatorships (pp. 103-125). Frankfurt am Main; New York: Campus Verlag. |
|
Siedziako, M. (2016). Kampania wyborcza i wybory do Sejmu PRL w 1957 roku: stan badań, aktualne ustalenia i perspektywy badawcze. Pamięć i Sprawiedliwość, 2 (28), 279-310. Disponible en: https://bit.ly/3GjZIiB. |
|
Siedziako, M. (2018). Wybory w Związku Radzieckim w dobie kształtowania i stabilizacji systemu władzy: rys historyczny, regulacje prawne i praktyki wyborcze. Studia Wyborcze, 26, 71-89. Disponible en: https://doi.org/10.26485/SW/2018/26/4. |
|
Skobelski, R. (2016). «Kto pragnie Polski silnej i szczęśliwej – głosuje na kandydatów Frontu Narodowego»1. Wybory do Sejmu PRL z 26 października 1952 roku. Pamięć i Sprawiedliwość, 2 (28), 451-484. Disponible en: https://bit.ly/3KbwpQm. |
|
Sokół, W. (2014). Systemy wyborcze w Polsce Ludowej – uwarunkowania, mechanizmy i konsekwencje polityczne. En S. Ligarski y M. Siedziako (eds.). Wybory i referenda w PRL (pp. 23-44). Szczecin: Instytut Pamięci Narodowej. |
|
Velikanova, O. (2018). Mass Political Culture under Stalinism. Popular Discussion of the Soviet Constitution of 1936. London: Palgrave Macmillan. Disponible en: https://doi.org/10.1007/978-3-319-78443-4. |
|
Weber, H. (2004). Geschichte der DDR. München: Deutscher Taschenbuch Verlag. |
|
Weber, G. y Florath, B. (2019). «Nun falten Sie den Zettel...» Wahlen in der DDR in der Überlieferung der Staatssicherheit (1949-1961). Berlin: Bundesbeauftragter für die Stasiunterlagen (BStU). Disponible en: https://bit.ly/3o9gkDP. |
|
Wrona, J. (1997-1998). Jedni głosują, a drudzy obliczają głosy (wybory do Sejmu Ustawodawczego R P w 1947 r.). Annales Universitatis Mariae Curie-Skłodowska. Sectio F, Historia, 52-53, 433-482. |
|
Zaćmiński, A. (2014). «Identyfikacja wroga» w wyborach do Sejmu PRL z 26 października 1952 r. – metodologia pracy Ministerstwa Bezpieczeństwa Publicznego. En S. Ligarski y M. Siedziako (eds.). Wybory i referenda w PRL (pp. 123-147). Szczecin: Instytut Pamięci Narodowej. |