Crónica de la Mesa de innovación docente del XXI Congreso de la Asociación de Constitucionalistas de España

María Fraile Ortiz Profesora contratada doctora de Derecho Constitucional de la Universidad Carlos III de Madrid

21 de marzo de 2024

FraileA las 11.30 del 7 de marzo comienzan en la Facultad de Derecho de la Universidad de Valladolid las intervenciones previstas en la Mesa de Innovación Docente de este congreso, con dos ponencias a cargo de JHH Weiler (University Professor NYU, Senior Fellow Center for European Studies, Harvard) y de Leyre Burguera Ameave (profesora contratada doctora de Derecho Constitucional y vicerrectora adjunta de Profesorado de la Universidad de Educación a Distancia de Madrid) con la moderación y coordinación de Carmen Montesinos Padilla (profesora permanente laboral de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense de Madrid).

La sesión arranca con la ponencia del profesor Weiler impartida en castellano y titulada La enseñanza tomada en serio, en la que compartirá algunos de los elementos que constituyeron la base de una conferencia impartida en Italia hace unos meses. Varios fueron los aspectos a destacar de una intervención delicada, inteligente, sugerente y desasosegante a partes iguales, por cuanto pone sobre la mesa la solidez de los cimientos de la enseñanza del Derecho hoy, también en nuestro país. En el estilo que le caracteriza, el profesor Weiler llamó la atención inicialmente sobre nuestra condición de docentes y quiso subrayar cómo, paradójicamente, son inexistentes los seminarios, cursos o talleres cuyo objeto sea la enseñanza como tal, su sistema de evaluación, sus métodos, sus objetivos; a lo sumo se reflexiona a veces sobre planes de estudios o se plantean las reformas que deberían abordarse para actualizar la formación del jurista de hoy. También quiso destacar cómo el estudioso del Derecho rara vez se define como profesor, sino casi exclusivamente como investigador y autor de publicaciones varias, siendo como somos docentes en un campus universitario. Desde esta observación inicial, Weiler nos invita a reflexionar sobre la tarea de enseñar en la universidad, criticando abiertamente la práctica didáctica y la cultura educativa imperantes en las universidades (“cada vez con más frecuencia en el entorno universitario se degrada el arte y el valor de la docencia”, dirá en la conferencia en la que se basa su intervención en el Congreso). Su propuesta se basa en determinar, en primer lugar, cuáles deben ser los objetivos educativos a transmitir a los alumnos (aun asumiendo que puede haber otros):

  1. el conocimiento del Derecho positivo y la doctrina al respecto
  2. el análisis y síntesis de las materias y su traducción en Derecho positivo (pues sin este objetivo, estaríamos a lo sumo “dando el pescado a los alumnos, sin enseñarles a pescar”)
  3. la hermenéutica, que requiere prestar atención a la estructura de la argumentación y al arte de la persuasión
  4. la aplicación del Derecho estudiado, analizado e interpretado a situaciones de hecho complejas
  5. la comprensión sistémica, conceptual y normativa de toda la materia, en particular a la luz del telos de la justicia
  6. y la capacidad de articulación oral y escrita

Si se quieren lograr todos estos objetivos, es necesario abordar después un segundo aspecto: qué técnicas de enseñanza pueden permitirnos ese logro al final de la formación de cualquier jurista y cómo la forma, el modo y el contenido de cada enseñanza puede diferir de una clase a otra y de una semana a otra, haciendo necesario diseñar el programa de la asignatura teniendo en cuenta todas estas variables. Sirva este ejemplo: el modelo “conferencia” puede servir para ciertas clases, pero no para todas, pues cuando la clase consiste en tomar apuntes, la única destreza que cultivan los estudiantes es la comprensión y la taquigrafía. Dónde queda, se pregunta, el análisis, el pensamiento crítico, la lectura de fuentes y su síntesis, la aplicación a casos complejos. El alumno pasivo lo es cuando no se espera de él sino su pasividad. Tras esbozar los elementos recién señalados, el profesor Weiler no pudo sino compartir, para finalizar, su pesimismo: las universidades son a su juicio instituciones conservadoras, lastradas por la inercia y con una enorme resistencia al cambio, por lo que cree que nada de lo señalado en su intervención tendrá impacto alguno en los asistentes, pese a ser una reflexión pertinente y absolutamente necesaria. Lo estimulante de su intervención nos dejó, así, un gusto agridulce al final, pero también un formidable reto personal y colectivo.

La segunda ponencia estuvo a cargo de la profesora Burguera, cuya intervención, solvente, razonada e interesante, quiso destacar la apuesta por la innovación educativa que caracteriza actualmente a la UNED, que no sólo cuida la metodología y la innovación, sino que ha creado un instituto dedicado a dicha innovación educativa, dentro de un vicerrectorado específico sobre la materia. A lo largo de toda su presentación Burguera compartió la preocupación compartida por todos por el impacto de la IA en la enseñanza y los pasos dados en su universidad para trabajar sobre el tema: guías, recursos, centros de conexión. Múltiples iniciativas en forma de grupos dedicados a trabajar al respecto, proyectos y jornadas. Mención especial quiso hacer al profesor de Derecho Constitucional de la UNED Fernando Reviriego Picón por liderar con entusiasmo muchas de las actividades relacionadas con la innovación: plataformas, materiales de autoevaluación, grupos de debate. Son muchos los proyectos de innovación presentados en la UNED, aunque quiso destacar cómo la mayoría lo son de la Facultad de Educación, lo que conlleva necesariamente un lenguaje en parte extraño para los juristas. Finalmente, la profesora Burguera cerró su presentación con algunas reflexiones sobre las jornadas de innovación docente y su alcance: por un lado, los títulos de los proyectos de innovación no facilitan en ocasiones una adecuada comprensión sobre su contenido (“a veces resulta complejo descifrar las estrategias retóricas de algunos proyectos”) y parece el “reino del vacío” donde el marketing prima y no el contenido; por otro, todo apunta a la necesidad de repensar muchos proyectos para adaptarlos a los receptores, los alumnos, y a la sociedad que está cambiando.

Concluidas las intervenciones principales, llegó el momento de las comunicaciones. Cinco fueron las comunicaciones presentadas a esta Mesa de innovación docente. La primera fue la defendida por Ana Torrecilla Martínez (Universidad de Extremadura), titulada Municipalismo y democracia local: un reto pendiente para la docencia en Derecho Constitucional, reivindicando el papel del Derecho constitucional para formar alumnos y ciudadanos críticos; en tal sentido, llamando la atención sobre el poco protagonismo que el estudio de las entidades locales a las que alude el art. 137 CE tiene en nuestros programas docentes, pues apenas se incluye el estudio de las premisas básicas de lo local, ni en la teoría ni en la práctica. Aquello sobre lo que no se pone la atención en el aula -señala- el día de mañana no va a recibir una respuesta.

La segunda comunicación fue la de Borja Sánchez Barroso (Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir), titulada Construir aprendizaje al ritmo de la realidad social: el derecho fundamental a la protección de datos a través de casos, simulaciones y proyectos, elaborada a partir de su experiencia docente en una universidad privada grande pero con pocos alumnos que estudien Derecho, lo que le permitió construir un proyecto de innovación docente sobre una triple base: el método del caso y el trabajo inicial de los alumnos como si fuesen abogados de un despacho, su posterior resolución con el profesor en forma de simulación de juicio y el cierre del proyecto con la creación de una página web en la que vuelquen al final del semestre las conclusiones, de contenido y metodológicas.

Mariano Vivancos Comes (Universitat de València) comparte en su comunicación titulada Los universitarios y la memoria de las víctimas del terrorismo. Una experiencia de innovación docente en la Universitat de València una experiencia docente relacionada con la introducción a los alumnos universitarios del tema de la memoria de las víctimas del terrorismo a través de un conjunto muy diverso de recursos y actividades sucesivas con la capacidad de suscitar preguntas y reflexiones en torno a las consecuencias del terrorismo.

Andrea Garrido Raya (Universidad de Granada) presenta una comunicación titulada La enseñanza inclusiva del Derecho Constitucional al alumno con necesidades educativas especiales: cómo hacer de la necesidad una virtud, proponiendo en ella una reflexión sobre cómo impartir las asignaturas a personas con necesidades especiales y el modo en el que las universidades se comprometen con este objetivo imprescindible para la plena inclusión de tales alumnos en las clases.

Finalmente, Luis Fernando Martínez Quevedo (Universidad de Granada) presenta una comunicación para concluir este espacio, titulada Trivicons. Propuesta de gamificación en el aula de Derecho Constitucional, en la que comparte la experiencia de un proyecto llamado “Trivicons”, que vincula la metodología del juego de mesa Trivial con el Derecho constitucional, en la convicción de que las actividades en las que los alumnos pueden desempeñar un rol activo aumentan su interés en la materia estudiada (elaboración de preguntas, competición, ganador, premio).

Por necesidades de la programación y lo avanzado del horario, solo hubo ocasión de dar la palabra a un número reducido de quienes la solicitaron, por lo que, tras este breve intercambio de reflexiones entre algunos de los presentes, concluyó la Mesa de Innovación Docente.

 

Cómo citar esta publicación:

Fraile Ortiz, María (21 de marzo de 2024). Crónica de la Mesa de innovación docente del XXI Congreso de la Asociación de Constitucionalistas de España. Blog del CEPC https://www.cepc.gob.es/blog/cronica-de-la-mesa-de-innovacion-docente-del-xxi-congreso-de-la-asociacion-de-constitucionalistas-de

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