Modernidad, culto a la muerte y memoria nacional
Precio
25,96 €
ISBN
978-84-259-1828-5
Formato
Plataforma
0
1
Detalle de la obra
Resumen
Información biográfica
Mención de Responsabilidad
Edición e introducción Faustino Oncina
Tipología
Publicación unitaria
Nº de Colección
17
Edición
2ª ed.
Año de edición
2020
Lugar de Edición
Madrid
Dimensiones
21x15, 0.3Kg
Nº de páginas
155
Peso
330
Lengua
Español / Castellano
Este libro aborda la iconografía de los caídos en combate desde el siglo XVIII hasta mediados del XX que se caracteriza, con respecto a la época anterior, por la extinción del sentido trascendente de la muerte y, consecuentemente, por un progresivo anclaje intramundano de sus representaciones. El declive de la interpretación cristiana deja el camino expedito a interpretaciones políticas e ideológicas. A tal funcionalización se añade la democratización, es decir, si la simbolización prerrevolucionaria de la muerte era distinta según los órdenes sociales del más acá, tras la revolución los monumentos funerarios se despojan de las jerarquizaciones tradicionales.

Koselleck destaca tres coincidencias entre el culto político a los muertos (las imágenes, la iconología) y el léxico socio-político (los conceptos, la semántica de la modernidad. En primer lugar, con el siglo de las Luces la muerte violenta legitima la unidad de acción política (politización e ideologización). En segundo lugar, “la esperanza del más allá es traspuesta a la esperanza de un futuro terrenal de la comunidad de acción política, la promesa de eternidad es temporalizada” (temporalización). En tercer lugar, también los soldados desconocidos deben ser recordados. Este postulado es una consecuencia de la decisión fundamental democrática de no olvidar a nadie que ha dado su vida por todos (democratización). El soldado desconocido se torna una figura metonímica de la nación entera.

Reinhart Koselleck estudió historia, filosofía y ciencias políticas en Heidelberg y en su formación dejaron su impronta Gadamer, Heidegger, Carl Schmitt y Alfred Weber, entre otros. Tras diversas escalas académicas consiguió una cátedra de Teoría de la historia en Bielefeld, donde continuó desarrollando, desde la interdisciplinariedad y no ajeno a los giros lingüístico e icónico, la variante más prometedora de la historia conceptual. Entre su obra, una de las más influyentes en las ciencias humanas y sociales, cabe destacar Crítica y crisis. Un estudio sobre la patogénesis del mundo burgués (1959), Futuro pasado. Para una semántica de los tiempos históricos (1979) y Estratos del tiempo (2000), amén, de la edición, junto con W. Conze y O. Brunner, del diccionario Conceptos históricos fundamentales. Léxico histórico del lenguaje político-social en Alemania (1972-1997). En 1999 recibió el premio Sigmund Freud de prosa científica.

Faustino Oncina Coves, Catedrático de Filosofía de la Universitat de València, ha realizado diversas estancias de investigación en el Instituto Max-Planck de Historia del Derecho Europeo de Fráncfort del Meno, en las Universidades de Maguncia y Técnica de Berlín y en el Centro Leibniz de Investigación Literaria y Cultural de Berlín, siendo el responsable de la edición de varias obras de Koselleck: Historia y Hermenéutica (1993) —en colaboración con J. L. Villacañas— y Aceleración, prognosis y secularización (2003).